Conjunto La Tola
El conjunto se sitúa en las faldas del Itchimbía, en el barrio tradicional La Tola, perimetral al Centro Histórico de Quito (CHQ), que conserva una población estable y con una interesante cohesión barrial. El uso es residencial multifamiliar y la propuesta es fruto de un concurso privado. Ha sido concebido visualizando al patrimonio más allá del “bien conservado”, como habitable, vivo, en el que se busca activar la historia y la memoria desde el presente, pensando a la ciudad como el lugar de lo cotidiano, lo que se practica y es capaz de acoger antiguas, múltiples y nuevas prácticas sociales.
UBICACIÓN:
LA TOLA,
QUITO, ECUADOR
AÑO:
2019
ÁREA DE INTERVENCIÓN:
5773,22 m2 (ÁREA CONSTRUIDA)
2026,80 m2 (ÁREA COMUNAL CUBIERTA)
917,11 m2 (ÁREA COMUNAL ABIERTA)
USO:
VIVIENDA
FOTOGRAFÍA:
BICUBIK

El proyecto apuesta por una estrategia de inclusión social y urbana, con viviendas accesibles para diversos grupos sociales, incorporando usos mixtos como comercios, talleres y huertos urbanos. También, se plantean espacios comunitarios flexibles que puedan integrarse a la vida del barrio, fortaleciendo la interacción social. Se asume la sostenibilidad en un sentido más amplio, no sólo desde la eficiencia del objeto arquitectónico, sino desde la reflexión crítica del crecimiento urbano expansivo y su consumo de territorio, y la pertinencia de trabajar sobre el reciclaje del tejido urbano servido, con valores de centralidad e incorporándolo en una estructura barrial sólida. Se realiza una aproximación a partir de una estrategia urbana barrio-ciudad, que identifica dos elementos estructurales clave con los que el proyecto busca dialogar: el barrio de La Tola y el Parque Itchimbía. Así, la creación de una plaza pública promoverá un espacio de estancia barrial; la recuperación de la escalinata generará conexión; la incorporación de espacios de uso común tendrá apertura a una comunidad más amplia, y a la comunión armónica con el Itchimbía.
En la parcela están presentes dos características principales que definen la estructura física del CHQ: su morfología y topología. Esta última, le otorga la posibilidad del dominio visual del Centro Histórico y de una sucesión de planos de paisaje. La morfología se construye mediante espacios escalonados con terrazas y galerías proyectadas al paisaje, el uso desprejuiciado de la cubierta plana o inclinada, recursos que se reinterpretan. Fue importante reconocer el grano de la edificación de la loma, su escala acotada acomodada a la pendiente, asumiendo como estrategia el empleo de esta escala volumétrica. Para las fachadas se trabajó con un criterio ajustado a las condiciones de cada detalle.


Los espacios libres conforman un circuito transitable continuo que atraviesa y dota de permeabilidad al conjunto, zona arbolada para recreación infantil y disfrute de sus habitantes. Espacios que nos vinculan con la memoria, como el corazón del proyecto donde se albergan usos colectivos y que resulta del reciclaje de fragmentos de la edificación preexistente, de su galería y patio. Sobre los bloques escalonados, se desarrollan volúmenes verticales con vacíos entre ellos. Se proponen cubiertas inclinadas, enfatizando el juego juego volumétrico. Se plantea una variedad tipológica en el diseño interior de las viviendas, permitiendo construir una comunidad heterogénea. Además, se consideran criterios básicos como: buena orientación, adecuada iluminación y ventilación natural, desjerarquización espacial, almacenaje, incorporación de vegetación, espacios comunales y prolongación visual. La materialidad del proyecto reinterpreta los materiales tradicionales del centro histórico en clave contemporánea. La sucesión de ladrillo, adobe y muros encalados, evita el impacto de grandes masas uniformes. Se plantea una volumetría fragmentada con una materialidad diferenciada, en las fachadas exteriores se emplea cerámica de barro cocido, y mamposterías blancas en los espacios internos. En cuanto a la sustentabilidad, se han aplicado estrategias de diseño pasivo, que promueven el ahorro energético a través de una óptima orientación de la edificación permitiendo el ingreso de luz natural en el 100% de espacios habitados. También se consideran estrategias como ventilación cruzada y un 25.54% de áreas verdes en relación con el terreno, lo que ayuda a reducir el efecto isla de calor. Se reciclan estructuras preexistentes y se utiliza estructura metálica para optimizar costos y eficiencia constructiva.


COLABORACIÓN:
ARQ. MARCELO GUALOTUÑA
ARQ. PEDRO ENDARA
ARQ. SARAHÍ MÁRQUEZ
ARQ. FRANCIS LÓPEZ
ARQ. IVÁN SALVADOR
SRTA. EVELYN TAIPE
INGENIERÍAS:
ESTRUCTURAL:
ING. GUILLERMO GOMEZ
ELÉCTRICO:
ING. RUBÉN BOADA
HIDROSANITARIO:
AFHIDROTECNOLOGÍA
CONSTRUCCIÓN:
MONCAYO + ROGGIERO y KLEIN SOTO
PROMOTOR:
PRIVADO
