Ampliación y Nuevo Ingreso del Museo de la Ciudad
UBICACIÓN:
AÑO:
ÁREA DE INTERVENCIÓN:
USO:
FOTOGRAFÍA:
CENTRO HISTÓRICO, QUITO, ECUADOR
2013
1260 m2 ÁREA CONSTRUIDA Y REHABILITADA
1350 m2 AREAS ABIERTAS
CULTURA
BICUBIK
CHRISTOPH HIRTZ
YADHIRA ÁLVAREZ
La ampliación del Museo de la Ciudad de Quito busca fortalecer su integración con el espacio urbano, contribuyendo a la rehabilitación urbana de la zona y consolidando su relación con el boulevard 24 de mayo.
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El proyecto no solo amplía la infraestructura del museo, sino que también reconfigura su conexión con el espacio público mediante nuevos espacios administrativos y una mejor circulación para los visitantes. Además, se propone la creación de un puente que articule el museo con la plaza, el cual provoca un recorrido desde y hacia el Museo en un descubrimiento continuo de elementos de interés patrimonial y urbano.
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Las estrategias de intervención incluyen la valoración de la estructura morfológica de la manzana, valoración de la estructura-estado actual y la jerarquía y conexión espacial entre vacíos.
La valoración de la estructura morfológica parte de la lectura histórica del estado original, logrando así, con la propuesta, una intervención clara y legible, de fácil integración al contexto. La valoración de la estructura-estado actual parte de una identificación y valoración de los elementos existentes, de tal manera se privilegian los aspectos de relación urbana, como la secuencia visual hacia la cúpula de la capilla del Museo de la Ciudad y la relación con la plataforma pública de la Av. 24 de Mayo.
La jerarquía y conexión espacial entre vacíos, en la propuesta, parte de considerar a los espacios libres como resultado de una intervención proyectual que les atribuye significado y que permite entenderlos como un circuito transitable continuo que atraviesa y dota de permeabilidad al conjunto edificado. Se propone articular el edificio al boulevard 24 de mayo, mediante un puente, abierto al espacio público, que se corresponde con la escala de la plaza y que proporciona a la ciudad una fachada vital y con uso. Se genera así una secuencia Plaza-Puente-Plaza, en la que el puente actúa como filtro y a la vez ejerce un poder de convocatoria hacia este importante equipamiento cultural, que provoca el recorrido desde y hacia el Museo en un descubrimiento continuo de elementos de interés patrimonial y urbano.
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En la propuesta arquitectónica, se concibe y dispone al edificio como un bloque edificado superpuesto al cuerpo de los estacionamientos construido en el año 2000. Se dispone en forma de "C" correspondiendo con la lectura morfológica de la manzana, está resuelto en dos niveles, desarrollados entre el nivel de la terraza actual y el nivel de piso de las crujías antiguas.
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Se plantean tres circuitos de circulación: el primero, un flujo público de visitantes que se da desde el boulevard 24 de Mayo, atraviesa el vestíbulo al nivel de la nueva plaza del proyecto y se dirige a través de una escalera a los espacios museables ubicados en los claustros antiguos del Museo de la Ciudad. El segundo es un flujo administrativo que conecta los ingresos del museo con la zona de oficinas. Un tercer circuito es técnico, corresponde a un flujo de bienes, comunica el estacionamiento, montacargas, y las zonas de reserva y taller de restauración.
En el nivel del puente, se ubican espacios de uso público y comercial, como una cafetería, un aula de conferencias y un vestíbulo, mientras que en la planta alta se sitúan las oficinas de la Fundación Museos de la Ciudad. Esta disposición garantiza la funcionalidad del museo y su apertura a la comunidad, integrando actividades culturales con servicios complementarios.
Por último, la intervención en la fachada hacia la calle Morales busca resolver el problema de la discontinuidad de la imagen urbana hacia la Av. 24 de Mayo, generada por la orientación de espacios residuales hacia este frente, mediante la recuperación de la característica de homogeneidad urbana dada por la ocupación a línea de fábrica, propia del centro histórico de Quito. Para ello, se plantea una fachada como un elemento abstracto y continuo que articula los distintos elementos y niveles existentes, está resuelta con una celosía metálica en su capa exterior y con vidrio hacia el interior de los espacios.
COLABORACIÓN:
ARQ. MARCELO GUALOTUÑA
ARQ. MARCO SOUSA
ARQ. DIANA ESPINOSA
SR. LUIS QUIROZ
SR. PEDRO ENDARA
SRTA. SOFIA SALAS
SRTA. EVELYN TAIPE
INGENIERÍAS:
ESTRUCTURAL: ING. GUILLERMO GOMEZ
ELÉCTRICO: ING. PEDRO FREILE
HIDROSANITARIO: DMC
CONSTRUCCIÓN:
A. CONSTRUCTORES
PROMOTOR:
FUNDACIÓN MUSEOS DE LA CIUDAD (FMC)
INSTITUTO METROPOLITANO DE PATRIMONIO (IMP)
